Rezo por las víctimas del incidente del tiroteo en un club nocturno el domingo por la mañana temprano en mi barrio. Estoy consternado por la flagrante violencia que ha traumatizado a mi comunidad en las últimas semanas.

La violencia no tiene cabida en nuestra ciudad y las empresas que tienen el privilegio de servir al público tienen la responsabilidad adicional de garantizar la seguridad de sus clientes. Los establecimientos que operan de una manera que permite que el desorden y la actividad delictiva se desarrollen desenfrenadamente deben rendir cuentas. También tenemos la responsabilidad colectiva —miembros de la comunidad, funcionarios electos y designados y propietarios de empresas— de tomar medidas inmediatas para identificar a las personas y empresas relacionadas con incidentes violentos y garantizar que estos eventos no queden sin control. Y también debemos invertir el tiempo y los recursos necesarios para descubrir y abordar las causas fundamentales del crimen y la violencia.

Si bien mi barrio se ha visto muy afectado por incidentes devastadores recientemente, incluidos tiroteos y homicidios, este es un problema de toda la ciudad y necesitamos soluciones para toda la ciudad. Continuaré abogando por iniciativas de seguridad pública y no violencia en el Concejo Municipal, con un enfoque en realizar inversiones significativas a través del presupuesto de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense que el Concejo Municipal trabajará para adoptar durante los próximos meses. Los fondos federales de recuperación nos brindarán una oportunidad única en la vida de asignar recursos significativos a la seguridad del vecindario, los servicios de desviación y los programas de apoyo integral para garantizar que nuestros residentes y negocios tengan el apoyo que necesitan.

Mis pensamientos están con todas las víctimas del crimen en Providence. Merecen nuestro compromiso de poner fin a la violencia en nuestra comunidad.