Durante el año pasado hubo varios incidentes de propaganda racista y nacionalista blanca que se compartió en nuestra comunidad, y hoy me enteré de otro incidente en mi vecindario.

Estos mensajes a veces son opacos y no se reconocen fácilmente. De lo contrario, pueden parecer inofensivos, pero no pasarán desapercibidos para mis vecinos, a quienes fui elegido para representar, ni para mí. Nuestra comunidad es diversa, abierta y acogedora, y esta retórica no es ni será tolerada. En pocas palabras: no hay lugar para el odio aquí en Providence.

No compartiré la imagen y no diré dónde estaba, pero diré que tan pronto como me llamó la atención, mis colegas en el gobierno reaccionaron rápidamente para eliminar este vil mensaje de nuestra comunidad. Nunca me interpondré en el camino de la libertad de expresión, pero con mucho gusto me levantaré y hablaré en contra del discurso de odio, incluso cuando no siempre sea reconocible.

Para aquellos que compartirían este mensaje mordaz en nuestra comunidad, oro por ustedes. Oro para que durante esta temporada festiva especial, que debe estar llena de familia, amor y hermandad, que su odio se derrita y que la aceptación y el amor por sus vecinos llene esa parte de sus corazones.

- Nirva R. LaFortune, Concejal - Distrito Tres